Revista #49
Tiempos turbulentos
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Estamos viviendo tiempos turbulentos, turbios y también, agitados y desorganizadores, que han generado una subjetividad empobrecida simbólicamente, aturdida, agotada, manipulable.

Nací en 1949 y recuerdo que mi padre, que había participado en la lucha partisana, me decía a menudo que mi generación tenía suerte porque nunca conocería la guerra ni el fascismo. Yo le creía.

¿Puede ser desechada la información sobre las evidencias políticamente renegadas como una herramienta de intervención? ¿Incluirlas implica necesariamente una politización perversa del dispositivo?

¿Estamos ante una posible mutación antropológica?

La serie animada “Gente rota”, de Gabriel Lucero, muestra una subjetividad desfondada. Una subjetividad rota que ha terminado eligiendo a un descocido.

¿Nos estamos acostumbrando, en nuestra interacción con las máquinas, a esos lenguajes disecados, que comunican, pero no transmiten nada del deseo ni de lo vital? Es necesario reflexionar sobre cómo la tecnología está moldeando nuestras formas de pensar y sentir.

Por un lado, son tiempos de violencia y de caos que afectan a las subjetividades; pero también de transformaciones subjetivas referidas a la sexualidad y al género, a las cuales nos referiremos.

Después de Freud, pasarán décadas hasta que la subjetividad del terapeuta se convierta en elemento imprescindible en la relación terapéutica, un largo camino hasta llegar a la corriente intersubjetivista.

Una reflexión sobre las posibilidades y límites del conocimiento económico en la sociedad capitalista. Es decir, de todo el discurso en que se sostuvo el éxito mediático y electoral de Milei.

Cuando nos preguntamos por la razón de los acontecimientos políticos como los que estamos viviendo en Argentina, no creo que hagamos una pregunta sobre la “razón”.