Revista #46
Vidas híbridas
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Lo apocalíptico siempre ha resultado atractivo, el cine-catástrofe atrae multitudes. Que todo termine pareciera ofrecer cierto alivio para la pulsión de muerte que habita en todo sujeto humano.

¿Se podría tomar control de la palabra humana? ¿Podría la máquina, creada y alimentada por humanos, perder su tonto desconocimiento del secreto del lenguaje?

Los impresionantes avances tecnológicos de los últimos 3 años. Cuáles son y
cómo funcionan. Algunas breves observaciones clínicas que muestran su
influencia en la vida actual.

Este término acuñado por el joven filósofo alemán Markus Gabriel sirve para dar cuenta de que hoy nos hemos convertido en proletarios digitales al servicio de las redes sociales y los gurús de Silicon Valley a quienes define como “grandes criminales”.

Algunas viñetas clínicas nos dicen de la incorporación de la tecnología al consultorio, del uso que el paciente y el analista hacen de las mismas.

Giorgio Vasari, un curioso escritor de vidas ajenas y también imaginarias, cuenta que Leonardo no conseguía terminar el mural de La Última Cena. En el centro, Jesucristo aparecía bocetado, sin acabar.

La vida psíquica -dado que advenimos al mundo en un espacio relacional- se constituye y complejiza en la dinámica de los intercambios vinculares en los que el sujeto participa o se encuentra incluido.

Estos tiempos nos exigen un cambio en el dispositivo clásico del Psicoanálisis, un reordenamiento de la manera en que pensamos nuestra práctica clínica.