Serena Sottile entrevista a Diego Baracat, Bibliotecario Referencista en la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y creador de la Feria del Libro Psicoanalítico.
La primera pregunta que quiero hacerte es en relación a tu vocación de bibliotecario, si lo habías pensado de chico, en qué momento y cómo creés que se forjó en vos.
Creo que como bibliotecario te gusta la ciencia, te gusta leer. A mí me hubiera gustado ser bibliotecario donde sea, en la escuela me gustaban todas las materias, todas, y me iba bien. A los 10 años o quizá menos, sabía las capitales de todos los países, las banderas, las monedas, sabía cosas de Historia, de la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, era un chico de mucha lectura.
Es más, las maestras, de quinto o sexto grado hablaban con mi mamá y mi papá y les decían que yo tenía el vocabulario de un adulto.
Tenía como una pasión, una locura, cuando tenía 12, 13 años yo ya quería tener algún tipo de base de datos bibliográficos, cuando no existían para mí en ese momento.
Un tío que es médico, él sabía de mi pasión de la lectura y me compraba revistas como la Muy interesante, revistas de divulgación científica y mi fantasía era armar bases de datos para recuperar la información en cualquier momento.
Yo no sabía qué era eso, pero era lo que quería hacer. Iba y jugaba a la pelota, tenía mis amigos, hacía todo lo que hace un chico a esa edad, pero esos otros intereses no eran habituales en un nene de 12 años.
Armar la biblioteca en casa, agarrar el taladro y poner los estantes, ponerme a clasificarlos y a decir: «Ah, estos libros no pueden estar así”.
Y en tu casa ¿había muchos libros? Porque viste que en muchas familias estaba la enciclopedia, el diccionario, algún que otro libro por ahí y no mucho más.
El tema es así, a ver, como cuento en el reel de mi Instagram, había en la casa de mi abuela materna un ambiente que favorecía la lectura, muchos libros. Mi mamá me compraba libros, me regalaban libros, había una cultura de la biblioteca en mi familia.
Yo soy el mayor de cuatro hermanos, siempre fui el de más lectura y de más biblioteca, digamos.
Cuando había leído todo lo que había en mi casa, ahí es donde empiezo a ir a la Biblioteca de Longchamps. Porque los libros de la casa de mi abuela eran como para más grandes, era demasiado para mi edad.
Yo quería leer la colección completa de Robin Hood, novelas de aventuras, me llamaba mucho la atención eso, dos veces a la semana iba a la Biblioteca con mi bicicleta a buscar qué leer.
Nunca leí tanto como en esa época.
¿Y te acordás de algún libro que te haya marcado especialmente, o algún personaje?
Tratándose de un personaje, te tengo que decir que es Sandokan, el Tigre de la Malasia, todas las novelas de aventuras de Emilio Salgari.
Ahora voy entendiendo, digamos, cómo el tema de la Biblioteca influyó en la idea de estudiar bibliotecología, pero me gustaría que me cuentes mejor qué hace un bibliotecario.
Yo te voy a contar una historia, de cómo termino decidiendo estudiar bibliotecología.
Otro tío, también hermano de mi mamá, nos lleva a uno de mis hermanos y a mí, a la Feria del Libro por primera vez.
Y bueno, a partir de eso, todos los años iba a la Feria del Libro por libros. Cuando cumplo 16, entro a cuarto año de la Secundaria y me compro la guía del estudiante. ¿Qué pasó?
Leí todo, la guía completa, las carreras, y encuentro en el diario, que había en la Ciudad Universitaria, una serie de charlas vocacionales.
Yo no vivía en ese momento en Capital, sino que vivía en el conurbano, en zona sur. Y para llegar a la Ciudad Universitaria tenía que viajar 3 horas. Me acuerdo que marqué dos o tres charlas que me interesaban y en medio de esos pabellones gigantescos había un bordecito, un pequeño espacio, con los de la charla de bibliotecología, seríamos alrededor de 10 personas, escuché al profesor en ese momento, te estoy hablando del año 95, creo, quedé fascinado.
Fue como una iluminación, salí de ahí y dije: «Yo quiero ser bibliotecario.» No tenía 17 años todavía, fue un verdadero llamado. No tengo ninguna duda de eso.
Escuché atentamente lo que aquel profesor contaba sobre lo que era ser bibliotecario, la investigación, las posibilidades de un bibliotecario, la atención, la gestión, la archivística, la preservación y conservación.
Existen distintas tareas necesarias dentro de las bibliotecas. Por ejemplo, la administración, o podés especializarte en procesos técnicos que sirven para hacer catalogación, clasificación, o dedicarte a los archivos o a la preservación y conservación. Digamos, la bibliotecología tiene muchas áreas.
Yo soy un bibliotecario referencista. Una de las áreas es la de servicio, la que yo desarrollé. Cuando vos venís a la biblioteca soy el que te orienta y te dice la información sobre lo que estás buscando, según lo que necesitas escribir: una tesis, un libro, una investigación. Depende qué tipo de producción necesitás hacer, yo te oriento en cuanto a autores, temas y demás.
Esto que me decís de que estás orientado a servicios, me hace comprender mejor tu tarea, nunca, de verdad, nunca había visto que un bibliotecario promocionara cosas por Instagram o armara una feria de libros.
Es un tema que hablo o discuto con otros bibliotecarios, está lleno de bookstagramers, youtubers hablando de libros, haciendo recomendaciones, o lo que sea, ¿por qué? Porque los bibliotecarios no toman su lugar.
Yo antes de empezar a hacer esto, hice todo un estudio de mercado, hay bibliotecarios especializados en todas las áreas, en literatura, en economía, en matemática, en ciencias sociales, en antropología. ¿Vos viste alguno en alguna red social? Te juro que yo busqué, porque referencistas como yo, hay acá en Buenos Aires, en Argentina y en el exterior. Pero ninguno hace cosas en redes, ninguno.
¿Cómo se te ocurrió a vos darle esa impronta a tu profesión?
Fíjate en los reels, yo hago reseñas de libros psicoanalíticos, que son reseñas de dos o tres minutos.
Entonces yo me encontraba recomendando una, dos, diez, veinte veces el mismo libro o los mismos grupos de libros. Entonces pensaba: esta información a alguien le tiene que servir. A otras personas, no solamente al que viene acá al mostrador y me escucha.
Así también nace, por ejemplo, el tema de las entrevistas a autores del Psicoanálisis, lo que quiero hacer con las entrevistas es una colección temática. Vos fíjate que todas las entrevistas son de todos autores con temas distintos.
Si alguien se interesa por un tema, puede escuchar al autor y después ir y leer libros, uno, dos, diez, porque hay de todo, hay distintas producciones, todo el tiempo mi trabajo está apuntado a facilitar el acceso a la información.
No hago nada distinto de lo que vengo haciendo hace años, lo único que así se hace más masivo.
Contame un poco mejor de qué se trata el servicio que vos brindas para quienes no saben bien de qué se trata.
Y, por ejemplo, si alguien quiere escribir un libro, aunque no sea de IPA, que no sea un candidato de IPA o un analista miembro de IPA, puede consultar la biblioteca de APA que es de acceso público, libre y gratuito. Puede ir cualquier persona, se han escrito libros de gente de todas las instituciones, de IPA, no IPA, de las universidades, para hacer tesis, para hacer de todo. Y yo ayudo a todo el mundo. Y no es una tarea por lo que cobre algo aparte, nada, es parte de mi trabajo de todos los días.
Figuro en decenas de agradecimientos de libros, justamente porque sus autores fueron, investigaron, leyeron, me preguntaron.
Y me entero después cuando veo los libros o vienen los autores y me dicen, «Diego, te puse en los agradecimientos”, y me muestran el agradecimiento cuando donan el libro.
¿Cómo fue que llegaste a APA?
Llego a la biblioteca de APA porque cuando era estudiante de bibliotecología de primer año llaman a mi casa por teléfono, estaban buscando estudiantes para trabajar, resulta que no sólo me habían llamado a mí, sino a varios compañeros míos, fui a llevar el currículum un día y después me llamaron para la entrevista.
¿Por qué quedé yo y no los otros? Dios lo sabe, porque la verdad que mi entrevista fue paupérrima, pero bueno. Porque está bien que soy muy desenvuelto, nunca tengo miedo, vergüenza ni nada, pero esa entrevista fue la peor del mundo, creo.
¿Por qué se te ocurrió hacer una Feria del Libro Psicoanalítico?
Tiene que ver con la difusión del Psicoanálisis.
Vos sabes que hay varias instituciones o editoriales muy pequeñas que tienen cinco, diez títulos y que no tienen una distribución, no tienen visibilidad, no tienen quien las vea o las distribuya.
A ver, aparece un editorial que nadie conoce, que tiene buenos textos, tiene buen material y me interesa darles visibilidad a esos autores o a esas autoras.
Quizá es a lo que más estoy apuntando con las ferias itinerantes, llegar a las librerías, darles un lugar y una importancia a publicaciones, libros, revistas, que de otro modo creo que no tendrían.
